Siempre se sintió sola, abandonada en un mundo cruel y despiadado infectado de seres monstruosos, un mundo donde el miedo y la soledad abundaban sin control.
El destino era cruel con ella, la dejaba sin aliento, sin respiración... caía una vez, otra, otra... caída trás caída hasta quedar sin fuerzas para levantarse de nuevo.
Ya nunca cantaba ni reía, intentaba volar, ser libre y vivir... pero había algo que se lo impedía.. una espina clavada en su pecho la iba dejando sin vida, enjaulada en su propia desdicha, enfadada con el mundo, con la vida...
Necesitaba una oportunidad para ser feliz, una oportunidad para olvidar toda aquella amargura, crecer como persona, sacar fuerzas para enfrentarse a sus problemas de una vez por todas y no esconderse como siempre había hecho...
Necesitaba una oportunidad para dejar de observar el mundo tras el cristal... sincerarse con las personas que de verdad la querían, sacar todo ese odio, miedo, tristeza y frustración que llevaban incrustados en su alma desde hacía mucho tiempo...
Y destruir cada uno de aquellos pensamientos que la hundían en la miseria para así empezar de nuevo, seguir adelante costase lo que costase porque más tarde o más temprano la vida se le escapará de las manos, desaparecerá sin avisar y será entonces cuando comprenderá que no hizo ni una mínima parte de todo aquello que quería, que no cumplió sus sueños, que nunca llegó a amar de verdad...
...Y que temió haber hecho cosas en la vida demasiado pronto y otras demasiado... tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario